“Ruta Pacífica de Mujeres”: Las mujeres en la consolidación de la paz.

En Colombia, mujeres de todas partes del país están comprometidas con la construcción de la paz. Un ejemplo de ello es el movimiento feminista «Ruta Pacífica de las Mujeres», activo a nivel nacional desde 1996 integrado por representantes de 300 organizaciones de 18 departamentos del país.

Teresa Aristizabal Sánchez es una de las fundadoras de este movimiento feminista. Es de Medellín, trabajadora social y se define como feminista, defensora de los derechos humanos, activista y pacifista. Su trabajo en la «Ruta Pacífica de las Mujeres» comenzó cuando realizó un estudio en el Urabá antioqueño, una región muy afectada por el conflicto armado. Es testigo de las numerosas violaciones de derechos humanos a las que son sometidas las mujeres de esta región. Esta situación la motivó a unir fuerzas con otras compañeras y llamar la atención sobre la situación específica de las mujeres. Fundan el movimiento feminista, que hace campaña contra la guerra y a favor de la paz.
Teresa trabaja en varias regiones del país y se centra en el asesoramiento psicosocial, el apoyo a las mujeres afectadas por la guerra y la documentación de las historias de las mujeres que han sido víctimas del conflicto armado. Su contribución a la consolidación de la paz durante más de 25 años es notable.

Damaris Palacio, otra activista y defensora de los derechos humanos de la «Ruta Pacífica de las Mujeres», trabaja por la paz en el departamento del Chocó. Ella misma sufrió la violencia del conflicto armado en su región natal. Hoy apoya a las mujeres afectadas por la violencia motivándolas para que hablen de lo que han vivido. Promover el autocuidado y la autoprotección son componentes importantes de su trabajo. Esto incluye también ayudar a las mujeres y hacerles comprender que no tienen por qué sentirse culpables de lo que les ha ocurrido. La violencia contra las mujeres se hace visible, se las informa sobre sus derechos y se las empodera a través de una red de mujeres. Damaris contribuye así a la consolidación de la paz en el marco de su activismo con la «Ruta Pacífica de las Mujeres».

Lisinia Collazos Yule también forma parte del movimiento feminista por la paz y es superviviente del conflicto armado. Lisinia pertenece a una comunidad indígena del departamento del Cauca. Comenzó su activismo en la Ruta Pacífica de las Mujeres cuando viajó a Bogotá junto con otras 70 familias que también habían sido desplazadas. Allí llamó la atención sobre las precarias circunstancias y la violencia en su región. Descubrió el activismo y el potencial de liderazgo que llevaba dentro y empezó a defender sus derechos junto con otras mujeres. Según Lisinia, ya hay muchas mujeres indígenas que luchan por la paz. Su participación en manifestaciones por la paz, el trabajo en su comunidad, en el que los hombres también apoyan a las mujeres en sus intereses, y su influencia en la política local son contribuciones importantes a la consolidación de la paz.
Estos ejemplos muestran la diversidad de la construcción de la paz por parte de las mujeres en Colombia y la admirable fuerza de las mujeres líderes sociales en su trabajo. Al mismo tiempo, deberían servir de llamamiento para que las mujeres en particular reciban apoyo en una fase temprana y prevengan la violencia.
Literatura:
«Ruta Pacífica de las Mujeres. (11 de junio de 2023). Mujeres lideresas aportan a la construcción de la paz.
Autoras: Maria Mauersberger y Carla Beck